Hace unos meses publiqué el primer número de The Brand Culture Observatory, dedicado a la paridad en los comités directivos de las instituciones deportivas. La acogida superó mis expectativas: recibí mensajes de profesionales del deporte, de la empresa y de la consultoría que coincidían en lo mismo: “por fin alguien pone el foco en la cultura organizativa como raíz del problema”.
Ese feedback confirmó una intuición: la paridad no se juega sólo en el terreno de las cifras, sino en el terreno invisible de las dinámicas, las inercias y los liderazgos que definen cómo funciona una organización.
Del diagnóstico a la acción
El monográfico no se limitó a señalar la falta de mujeres en espacios de decisión: ofrecía propuestas concretas para avanzar. Porque identificar el problema es necesario, pero no suficiente. Lo que marca la diferencia es traducir el diagnóstico en acciones posibles y sostenibles en el tiempo.
Entre las recomendaciones que recogimos, destacan tres ejes fundamentales:
- Revisar los procesos de selección y promoción, para garantizar que las oportunidades no se decidan por inercias, sino por mérito y potencial real.
- Transformar los estilos de liderazgo, fomentando una dirección más inclusiva, colaborativa y orientada a resultados humanos además de económicos.
- Redistribuir el poder en los comités, asegurando diversidad de voces que aporten distintas perspectivas y experiencias.
“La paridad no es una meta numérica, es un cambio cultural profundo que decide quién tiene voz en el futuro de las organizaciones.”
Porque el verdadero reto no es sólo abrir la puerta a más mujeres, sino transformar la cultura que decide quién entra y quién se queda fuera.
Una reflexión más personal
En la preparación de aquel número entrevisté a una mujer que había vivido en primera persona la experiencia de formar parte de una junta directiva deportiva. Escucharla fue revelador. Me sorprendió la claridad con la que señalaban tanto los avances como las barreras invisibles que todavía frenan la igualdad real, pero al mismo tiempo su visión positiva a largo plazo, avanzamos lentamente pero avanzamos y eso es lo que cuenta.
Mientras las escuchaba, no podía evitar conectar con mi propia experiencia. A lo largo de mi carrera he visto cómo esas barreras toman formas distintas: desde la falta de referentes visibles hasta dinámicas de poder que, sin ser explícitas, marcan quién puede estar en la mesa de decisiones y quién queda fuera. Y comprobé, una vez más, que esas barreras no se superan sólo con voluntad individual, sino con un cambio profundo de cultura.
De ese trabajo me quedo con una certeza: cuando hablamos de paridad, hablamos de legitimidad y de futuro. Porque no se trata sólo de justicia social, sino de competitividad real. Una organización que deja fuera una parte del talento —por género, por edad o por cualquier otra variable— se condena a perder oportunidades, innovación y credibilidad.
En lo personal, este monográfico también me reafirmó en algo que siempre he creído: que transformar las organizaciones pasa por transformar primero la mirada con la que nos acercamos a ellas. Y esa transformación empieza en las pequeñas conversaciones, en las decisiones que parecen menores y que, sin embargo, terminan marcando el rumbo colectivo.
Este primer monográfico fue sólo el inicio. La paridad nos dio una primera fotografía de cómo la cultura condiciona quién tiene voz y quién no en la toma de decisiones. Y esa mirada abre camino para seguir explorando otros que atraviesan silenciosamente todas las organizaciones…
y que, si no lo afrontamos, puede convertirse en uno de los grandes desafíos de esta década.
“Cuando abrimos la puerta a la diversidad de talentos, no solo avanzamos en igualdad: multiplicamos la capacidad de innovar, decidir y crecer.”
Desde The Brand Culture Observatory seguiremos observando, analizando y proponiendo soluciones. Porque lo que está en juego no es sólo la representación, sino la capacidad de construir culturas más inclusivas, humanas y competitivas.
Si todavía no lo has leído, te invito a revisitar el primer número. Encontrarás datos, entrevistas y propuestas que, lejos de perder vigencia, hoy son más necesarias que nunca.
Cómo puedo ayudarte?
Si lideras un equipo, una organización o estás en un proceso de transformación cultural, y quieres hacerlo desde el crecimiento humano, desde el compromiso real, desde la autenticidad, puedo ayudarte. Conversemos.